EL CORONAVIRUS RECALCA LA VERDAD

EL CORONAVIRUS RECALCA LA VERDAD

La distribución de los recursos económicos ha llevado a la educación hacerse rica en ignorancia, tanto escatimar en recursos para el sector educativo produce la coyuntura de cómo educar en la dificultad que enfrenta nuestra nación, no podemos olvidar que la crisis es necesaria para identificar los puntos débiles de los sistemas, pero lamentablemente hemos sido una sociedad educada para la no planificación, enfrentando constantemente obstáculos y resolviendo en la marcha, aun sabiendo que, esas soluciones están vulnerando derechos fundamentales de un grupo específico, pues no son pensadas a nivel colectivo.

Tal es el caso que, los mejores hospitales están en los barrios con estratos económicos altos, el sistema de salud más adecuado es para aquellos que pagan, los recursos tanto tecnológicos como científicos para la enseñanza de la ciencia y el mejoramiento de las condiciones de aprendizaje están en las urbes y eso que no en todas, aumentando la brecha de la desigualdad en temas educativos, la infoxicación y el analfabetismo digital.
Se necesitó que llegara el covid-19 para que la sociedad lograra entender que, el sistema educativo actual está en crisis desde hace mucho tiempo, la ausencia de recursos tecnológicos en la educación rural lo hace el sector más vulnerable, y afectado por la pandemia, es incoherente pensar en las directrices que publicó el MEN para continuar con la educación de nuestros campesinos.

Se logra evidenciar, que tomaron decisiones sin pensar en la ruralidad actual, cuando se han mostrado evidencias a través de los foros de años anteriores, donde han estado presentes funcionaros encargados de la administración educativa desde lo local y nacional, además de las investigaciones que han logrado caracterizar con estadísticas la falta de conectividad en el sector rural., evidenciándose que no se tuvieron en cuenta en las estrategias que se tomaron.

Tal es el caso de varios municipios del Suroeste Antioqueño, donde no se logró entregar los talleres y actividades de manera rigurosa incluso, no se pudo distribuir las cartillas de escuela nueva y postprimaria diseñadas para el autoaprendizaje; ya que, no se cuenta con la cantidad necesaria para la atención de los estudiantes.

Aun sabiendo todo esto, los maestros rurales seguimos reflexionando en torno a la educación y su praxis, diseñando e inventando estrategias para mitigar las falencias en infraestructura, falta de dotación y demás situaciones adversas, sin olvidar que, en constantes oportunidades hemos manifestado nuestras preocupaciones en los espacios que nos brindan, pero como no somos la población que ofrecemos coimas o capital económico a las compañas políticas se queda en el discurso.

La población no cuenta con recursos para tener una educación virtual, la economía de las familias se basa en la recolección de productos agrícolas, economía que está en pique, pues solo les queda para el sustento básico (alimentación) dejando en un segundo plano la salud y la educación, ¿creen ustedes que un docente sabiendo esto, le exigiría a una familia que compre un plan de datos o un servicio de internet?, no le pongan esa carga al docente de romper su ética y sus sentimientos, los docentes son formadores, no vendedores de servicios públicos.

Se puede pensar que la falta de conectividad y de recursos tecnológicos es la suma de muchas acciones fallidas que se han realizado en la historia por los diferentes gobiernos, ejemplo claro de lo anterior, es un gran porcentaje de las escuelas rurales de Antioquia que venían teniendo conectividad durante los 12 meses del año, volviéndose la escuela un punto de comunicación con el mundo, pero desde que inicio el gobierno de Luis Pérez 2016-2019 en Antioquia, por arte de magia, desaparecieron los contratos de internet en las escuelas rurales y se desplazó a la urbe (parques principales), es irónico pensar que la población más beneficiada y la que recibe estrategias que facilitan la educación es la población urbana sectorizada porque no es el 100% ,cuando sabemos que los campesinos  mantienen el mercado activo, siendo una población vital para nuestra economía.

Asimismo, los estudiantes rurales en los gobiernos son visualizados a través de tablas de Excel, cuando el DANE muestra que se ha dotado las escuelas por medio del programa “computadores para educar”, y se ponen a disposición diferentes videos donde el MEN socializa su pertinencia. Pero como todas las investigaciones de este país, solo miran los sectores que tienen las condiciones para que el proyecto funcione, sobrevalorando la pertinencia en todas las demás zonas donde es aplicado, olvidando que hay otros sectores (rural lejano-difícil acceso) que no se pueden evaluar de la misma manera.

El programa “computadores para educar” se caracteriza porque la gran mayoría de los equipos entregados son obsoletos, pues necesitan manteamiento o actualizaciones que por ende requieren conectividad, lo que termina siendo un enser inútil, ¿No es muy ilógico enviar computadores a escuelas en las cuales ni siquiera hay electricidad?

Vemos entonces que los medios de comunicación publican que se está educando en la virtualidad en Colombia, pero no se puede generalizar, ya que, existen personas que laboran en el campo y que nutren los platos de ustedes los administrativos, personas que el día de hoy, no tienen condiciones suficientes para subsistir, además de que les está vulnerando y violentando los derechos fundamentales que están en nuestra constitución política de Colombia

Para terminar las reflexiones, se logra discernir que las estrategias propuestas por el MEN para aplicar la virtualidad, fueron diseñadas para unos pocos, termina siendo otra de las falacias que imperan en nuestra nación, a pesar de que algunos tienen celulares que les permiten navegar, la capacidad de descarga y subida de datos no alcanzarán para los fines que el MEN desea.

El covid-19 mostró la verdad a pesar de las lágrimas y sufrimientos, pero cuando el maestro marchó por mejorar las condiciones de la educación, la respuesta fue apedrearlos mediante la opinión pública, orientada por sectores del gobierno; cuando verdaderamente quería alertar el cáncer que tenemos dentro del sistema educativo. Hoy la cura fue peor que la enfermedad.

Johan Camilo Fernández Bedoya
Nuevos Maestros por la Educación-Los profes

Delegado de ADIDA - Tarso 

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